El Ejército de EE.UU. se prepara para decir adiós a un viejo amigo, el misil antitanque TOW (Tube-Launched, Optically Tracked, Wire-Guided), que ha estado en servicio durante 50 años, localizando y destruyendo blindajes enemigos en selvas, desiertos e incluso ciudades. Ahora quiere un nuevo misil que sea efectivo al doble de distancia, pero también más cerca que nunca.
A principios de la década de 1970, el Ejército puso en marcha lo que entonces era el misil antitanque más pesado y de mayor alcance del mundo. En aquellos momentos se enfrentaba a miles de tanques soviéticos en Europa, por lo que necesitaba un sistema de armas que pudiera destruir tanques con precisión a larga distancia, incluso más allá del alcance de sus cañones. Ese misil sería el BGM-71 TOW.
El BGM-71 TOW, de 5 pulgadas de diámetro, se lanza desde un gran tubo conectado a una unidad de mando. El tirador apunta a un tanque enemigo y dispara el misil, mientras podía mover la retícula para mantenerla centrada en un tanque enemigo en movimiento y, a medida que el misil se desplazaba, arrastraba un fino cable que le permitía recibir las órdenes que controlaban su trayectoria.
El TOW fue revolucionario. Su probabilidad de impacto es del 90% hasta su alcance máximo de 3.700 metros. Una vez que el TOW alcanza su objetivo, su ojiva de carga hueca penetra el blindaje más pesado del enemigo. El misil era más preciso y mortífero que un cañón de tanque, pero no podía igualar su cadencia de fuego.
Un helicóptero de ataque podía llevar hasta ocho misiles TOW. Vehículos como los blindados de transporte de personal, el Bradley M2, los vehículos antitanque específicos y el Humvee también podían llevar el arma.
Aunque se construyó para los campos de batalla de Europa occidental, el bautismo de fuego del TOW tuvo lugar en los cielos de Vietnam, donde los TOW montados en helicópteros destruyeron tanques norvietnamitas en la Ofensiva de Pascua de 1972. Estados Unidos suministró los misiles a Israel durante la Guerra del Yom Kippur de 1973. (Los israelíes descubrieron que los TOW no podían volar sobre agua salada,) en este caso, el Canal de Suez, que afectaba a los cables de control y hacía que los misiles se desviaran de su curso). Las fuerzas estadounidenses emplearon posteriormente los misiles TOW en la Guerra del Golfo, en Afganistán y en la invasión de Irak en 2003.
Los misiles TOW son famosos por asediar la casa en la que se refugiaban los hijos de Saddam Hussein, Uday y Qusay, y por volar el edificio durante una incursión conjunta de la Fuerza Delta y la 101ª División Aerotransportada.
El Ejército ha actualizado gradualmente el TOW a lo largo de los años. La ojiva del misil es ahora capaz de penetrar el «blindaje reactivo», mediante una carga en tándem que primero hace explotar la teja de protección del blindaje, y luego una segunda que penetra el blindaje principal del tanque. El Ejército también ha sustituido el cable de control de arrastre por una conexión inalámbrica.
Pero sigue teniendo los defectos del modo original, incluida una velocidad relativamente lenta (21 segundos para alcanzar su alcance máximo de 2,2 millas). Aunque el Ejército ha intentado cambiar el TOW anteriormente, el final de la Guerra Fría y el colapso del poderoso Ejército soviético hicieron que el reemplazo fuera una baja prioridad.
Ahora, según informa Army Times, desea una vez más un sustituto del TOW.
El Close Combat Missile System-Heavy (CCMS-H) 10.000m. de alcance, casi tres veces el del TOW, manteniendo las mismas dimensiones que el misil actual. Esto permitirá al Ejército integrarlo en las plataformas actualmente existentes, como el M2 Bradley y el nuevo Joint Tactical Light Vehicle.
Además del alcance, el Ejército quiere un misil más rápido. Un misil TOW actual que alcanzara los 10.000 metros, tardaría casi un minuto en alcanzar su objetivo. Si el apuntador se moviera durante ese tiempo, se podría desviar la puntería, perdiendo el misil. Más preocupante: los tanques y vehículos blindados rusos, incluido el carro de combate T-90M, pueden ahora disparar sus propios misiles a distancias de hasta 5.000 metros, superando decisivamente el alcance del TOW.
El Ejército quiere que el misil se pueda disparar a tan sólo 100 metros, para poder realizar disparos a corta distancia durante los combates en las ciudades y en las islas pequeñas. El misil también debe sobrevivir a los sistemas de protección activa y a los inhibidores que intentarían derribarlos o bloquearlos.
También desea que el CCMS-H disponga de varios modos de guiado: la línea de visión de mando del TOW; modo de «disparar y olvidar»; y un modo capaz de recibir en vuelo datos de puntería que modifiquen su trayectoria, después de haber sido disparado. Finalmente, pretende que tenga la capacidad de ataque autónomo, que permita al misil dirigirse por sí mismo a unas coordenadas, para luego atacar cualquier vehículo blindado enemigo cercano.
Es probable que, a principios de la década de 2030 cuando el Ejército ponga en marcha el sustituto del TOW, se trate de un nuevo misil o uno ya existente en el mercado. Un misil que se ajusta a muchos de los criterios es el Spike ER II, de fabricación israelí, que cumple con los requisitos de alcance y varios de los modos de lanzamiento y puntería.
Fte. Popular Mechanics