El US. Army planea «diseñar un tanque más ligero y con mayor capacidad de supervivencia, que sea más eficaz en el campo de batalla desde el momento de su despliegue inicial, así como más fácil de actualizar en el futuro».
«El tanque Abrams ya no puede aumentar sus capacidades sin añadir peso, y tenemos que reducir su huella logística», dijo el Mayor General Glenn Dean, Oficial Ejecutivo del Programa de Sistemas de Combate Terrestre, en un comunicado de prensa. «La guerra en Ucrania ha puesto de relieve la necesidad crítica de protecciones integradas para los soldados, construidas desde dentro en lugar de añadirlas».
«Somos conscientes de que los futuros campos de batalla plantean nuevos retos al carro de combate a medida que estudiamos los conflictos recientes y en curso», ha escrito el General de Brigada Geoffrey Norman, director del Equipo Transfuncional de Vehículos de Combate de Nueva Generación. «Debemos optimizar la movilidad y la capacidad de supervivencia del Abrams para que siga aproximándose al enemigo y destruyéndolo como depredador máximo en los futuros campos de batalla».
General Dynamics Land Systems y el Army llevan varios años barajando distintas alternativas para la actual flota de carros de combate. Los planes existentes preveían un Abrams System Enhancement Package versión 4 (SEPv4), pero también se consideró la posibilidad de un nuevo diseño general o una actualización más agresiva. Al final, se ha decidido abandonar el programa SEPv4, dando al desarrollo anunciado hoy el título de M1E3 Abrams, que incluirá mejoras para mantener la flota en 2040 y más allá.
En cuanto al camino a seguir, el Ejército ha precisado que la designación «E» representa un cambio de ingeniería «más significativo que una modificación menor» y servirá para designar un prototipo. Aunque el Ejército no detalló cómo se llevará a cabo ese giro de ingeniería, señaló que planea tomar las «mejores características» del M1A2 SEPv4 y combinarlas con los últimos estándares de arquitectura modular de sistemas abiertos. Si se hace con éxito, permitirá a la industria añadir rápidamente nuevas tecnologías con el tiempo para «un tanque con mayor capacidad de supervivencia y más ligero».
El año pasado, el GDLS presentó un demostrador tecnológico Abrams X más ligero, de 59 toneladas, para mostrar al Ejército un camino alternativo al que está siguiendo con el SEPv4. Aunque ese demostrador no será la versión final que adopte el M1E3, sí mostró opciones para un tanque renovado, y probablemente las que el Ejército tendrá en cuenta con el nuevo diseño final.
«Al Ejército le preocupa el peso del Abrams SEPv3…, entre 76 y 78 toneladas en orden de combate», declaró a Breaking Defense Scott Taylor, Director de Desarrollo Comercial de la empresa en EE.UU., en una entrevista realizada el 21 de marzo. Señaló que las nuevas tecnologías para el SEPv4 elevarían ese peso «ligeramente».
«Lo que los tanques de 76 y 78 toneladas hacen al Ejército es poner a prueba su capacidad logística y la de cruzar puentes en países en los que se nos podría pedir que combatiéramos y, por eso, concretamente el Abrams X pretendía estimular la discusión sobre cuál sería la posibilidad de aligerarlo, integrarle la capacidad de propulsión híbrida-eléctrica y la tecnología para conseguir que se mueva y vigile silenciosamente, aumentando sustancialmente la … letalidad de esa plataforma», dijo Taylor.
Fte. Breaking Defense