El almirante Santiago González Gómez, director general de Armamento y Material, ha decidido que el primer Plan Director de Defensa Aérea vea la luz de forma secuencial a través de varios documentos especializados.
Juan Pons.
La subdirección general de Planificación, Tecnología e Innovación de la DGAM es la que ha asumido la plena responsabilidad de los estudios de prospectiva y análisis del estado operativo de los sistemas de armas en servicio y de las alternativas existentes en el mercado, dado que entre sus funciones están las de proponer y dirigir los planes y programas de investigación y desarrollo de sistemas de armas.
Fuentes oficiales han confirmado que se trata de “un plan novedoso del que ya está concluido el borrador de un primer volumen, que comprende sólo los sistemas de defensa aérea basados en tierra”.
El citado borrador ya se encuentra en poder del Estado Mayor Conjunto (EMACON) que, como responsable del planeamiento militar, lo está coordinando con el contenido del Objetivo de Capacidades Militares para los próximos 6 años que ultima el órgano de trabajo del Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
El documento preliminar del Plan Director de Sistemas Terrestres de Defensa Aérea engloba los sistemas de misiles tierra-aire y la artillería antiaérea terrestre, tanto de los ejércitos de Tierra como del Aire.
El nuevo Plan Director es una guía orientativa pero no vinculante para la obtención de nuevos sistemas de armas, así como para la modernización y sostenimiento de los que sea posible y rentable actualizar, para lo cual también incluirá estimaciones económicas.
El Mando de Artillería Antiáerea del Ejército de Tierra cuenta con los sistemas de misiles Patriot de largo alcance y Hawk de media y baja cota de Raytheon/Lockheed Martin que, al igual que el sistema NASAMS ‒fruto de la cooperación entre la noruega Köngsberg Defence & Aerospace, la norteamericana Raytheon y la española Navantia‒ exigen la actualización de sus capacidades o su relevo. En semejante situación se encuentran los misiles MBDA Mistral para defensa a baja y muy baja cota.
Es también el caso del sistema italiano Spada 2000 del Ejército del Aire, que integra los misiles Aspide 2000 y los puestos de tiro Atlas con misiles MBDA Mistral de dotación en los Escuadrones de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA).
En el ámbito de los cañones antiáereos, Ejército tiene que encontrar sustituto para los bitubos de 35/90 GDF-007 ‒con una cadencia de disparo de 550 disparos por minuto‒ y para las veteranas direcciones de tiro Skydor y Skyguard, encargados de proteger los puestos de mando y las unidades logísticas contra ataques aéreos a baja y muy baja cota.
Una segunda parte del Plan Director estará dedicado a los sistemas de defensa aérea navales.