Los satélites que se sirven del láser para intercambiar datos prometen agilizar las comunicaciones militares y hacerlas más difíciles de interceptar, si el Pentágono consigue averiguar cómo hacerlas funcionar.
La Space Development Agency, con dos años de existencia, tiene previsto poner en órbita terrestre baja una constelación de 150 satélites para septiembre de 2024. El director de la agencia, Derek Tournear, ha declarado en un acto de la Space Foundation, que ya ha publicado un estándar de comunicaciones que deberán aplicar las cuatro empresas que suministran el equipo láser para un experimento de cuatro satélites denominado tramo cero. Y para agosto, Tournear espera publicar una solicitud de propuestas en la que se especificarán los detalles clave del estándar «más robusto» necesario para el primer tramo de 150 satélites.
La comunicación por láser entre satélites existe desde 2011, pero averiguar cómo hacerlo a la escala y con la fiabilidad necesarias para la comunicación práctica es un gran reto.
Tal y como explica el ingeniero Allan Panahi en su artículo de 2010 sobre el tema, la comunicación láser en el espacio únicamente es posible con un haz muy estrecho, lo que la hace mucho más difícil que la comunicación por radiofrecuencia, pero también mucho más difícil de interferir. «La exigencia de mucha más precisión de apuntamiento, adquisición y seguimiento… y el impacto que esto puede tener en la nave espacial que se mueve a 3km/s en la órbita geosíncrona y a 7km/s en la órbita terrestre baja, es una tarea formidable», escribió Panahi.
También es potencialmente muy rentable. SpaceX, Facebook, Google y otras empresas tecnológicas están estudiando el potencial de las comunicaciones basadas en láser.
Tournear no dijo qué empresas estuvieran trabajando en su proyecto. Lo que sí dijo es que quiere que la SDA, que tiene planes de lanzar seis capas de satélites adicionales después del primer tramo, se convierta en el mercado inicial de las innovaciones en comunicaciones por satélite, en un momento en que la financiación de algunas empresas emergentes de satélites se ha tambaleado. «En realidad estamos intentando crear un mercado», dijo. «Quiero que la industria vea esto como una forma de desarrollar un producto que luego puedan vender en ese mercado para intentar ganar una parte de esa cuota de mercado. Si lo hacemos, tendremos una base industrial sólida».
La Space Development Agency se integrará en la U.S. Space Force en octubre de 2022, según la reciente National Defense Authorization Act (Ley de Autorización de la Defensa Nacional). Pero la ley también especifica que mantendrá las competencias en materia de contratación, clasificación, etc.
Esta autonomía de la Fuerza Espacial es esencial para que pueda colaborar con la industria en la creación de nuevas tecnologías basadas en el espacio que puedan perturbar los mercados, dijo Tournear.
Esto se debe a que la Agencia está pidiendo a las empresas que se arriesguen en la investigación y desarrollen capacidades que están un poco fuera de lo que podrían vender actualmente a los clientes establecidos.
La Agencia se convertirá en el único mercado, al menos al principio, y si desaparecen en una estructura mayor, esas empresas no verán los mismos incentivos para asumir esos riesgos.
Fte. Defense One
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