El Consejo de Ministros del 17 de abril ha dado por fin su autorización para que Red Eléctrica de España (REE) complete y asuma el control formal sobre Hisdesat Servicios Estratégicos, la compañía propietaria del satélite espía Paz que proporciona imágenes radar a las Fuerzas Armadas españolas y facilita las comunicaciones secretas y seguras de los ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores, así como del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Juan Pons.
En concreto, el gobierno presidido por Pedro Sánchez ha acordado dar su visto bueno definitivo para que Red Eléctrica Sistemas de Telecomunicaciones cierre definitivamente la compra de Abertis Infraestructuras, operación que ya contaba con la autorización previa de un Consejo de Ministros celebrado a mediados de febrero, la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y, por supuesto, el acuerdo de los Consejos de Administración de REE y Abertis.
La iniciativa impulsada por el ejecutivo español pretende que REE concluya de una vez por todas la adquisición del paquete accionarial mayoritario de Hispasat, el principal operador español de comunicaciones vía satélite.
El objetivo final es lograr el control gubernamental absoluto sobre Hisdesat. Para lograrlo, REE ha tenido que adquirir por 949 millones de euros la totalidad de Abertis Infraestructuras, compañía que a través de su filial Abertis Telecom Satélites ostenta el paquete accionarial mayoritario ‒el 89,68%‒ de Hispasat, empresa que, a su vez, posee el 43% del capital social de Hisdesat.
En resumen, toda una carambola que el gobierno del presidente Pedro Sánchez le ha impuesto a Jordi Sevilla, presidente de REE y ex ministro de Administraciones Públicas (2004-2007) en el primer gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ya que REE es una empresa participada en un 20 por ciento por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Con la autorización concedida a REE la semana pasada, el gobierno evita que Hisdesat permanezca en poder de una alianza empresarial formada por la italiana Atlantia Spa y la alemana Hochtief AKT, que hace seis meses se hicieron con el control absoluto de Abertis Infraestructuras, lo que conllevaba la capacidad para la ejercer el poder en Hispasat y, en consecuencia, de Hisdesat.
Con el acuerdo del Consejo de Ministros, el ejecutivo español pasa a ejercer el control sobre los dos operadores españoles de satélites, uno dedicado al ámbito comercial (Hispasat) y el otro centrado en proporcionar servicios gubernamentales ‒principalmente en el marco de la defensa y seguridad‒, tanto en el terreno nacional como internacional.
Una vez formalizada por REE la adquisición de Abertis Infraestructuras, el accionariado de Hispasat pasa a estar formado por REE (89,68%), la SEPI (7,41%) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, CDTI, (2,91%).
Como consecuencia de lo anterior, la cartera accionarial de Hisdesat queda en manos de Hispasat (43%) y de ISDEFE (30%), una empresa del ministerio de Defensa, lo que supone que, con el 73% del capital social, el estado es actor mayoritario en la toma de decisiones de una compañía clave para la seguridad nacional. El resto de las acciones están repartidas entre las empresas Airbus Defence and Space España (15%), Indra (7%) y SENER (5%).
Como REE no tiene ninguna experiencia en el sector de las comunicaciones vía satélite, lo más probable es que sus nuevos propietarios confíen la gestión a sus actuales altos directivos.
Presidida por Elena Pisonero y bajo el mando ejecutivo de Carlos Espinós ‒directivo procedente de Abertis‒ Hispasat es la compañía española líder mundial en la distribución de contenidos audiovisuales en las lenguas española y portuguesa. Con unos ingresos de 204 millones de euros en el ejercicio 2018, Hispasat es el cuarto operador de telecomunicaciones vía satélite de América Latina y octavo a escala global.
Con Miguel Ángel Panduro como consejero delegado ‒ex presidente de ISDEFE‒ Hisdesat es un operador de servicios gubernamentales por satélite que actúa fundamentalmente en las áreas de defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores.
Con dos satélites de comunicaciones en órbita, proporciona enlaces seguros en banda X y banda Ka, para aplicaciones exclusivamente gubernamentales, tanto en el ámbito militar como en el civil. Un tercer satélite de observación de la Tierra ‒de nombre Paz facilita imágenes radar a las Fuerzas Armadas españolas y brinda también servicios comerciales. Tanto Panduro como Espinós gozan de amplia experiencia en el sector espacial español e internacional.
