El F-35 pierde su “sigilo”

No fueron solo los radares estadounidenses los que fracasaron en su misión miserablemente el 8 de enero cuando una salva de misiles balísticos de alta precisión iraníes cayó sobre la base estadounidense en Ain al Asad, al oeste de Al Anbar. El viernes 19 de enero, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia sugirió en una conferencia de prensa particularmente significativa que el concepto de “sigilo” tal como lo cultiva el Ejército de EEUU en su propaganda ya no es válido y que los radares rusos habían localizado seis F-35 el 8 de enero, no lejos del espacio aéreo iraní, justo después del ataque con misiles balísticos contra Ain al Asad. Lavrov no está exagerando. De hecho, el F-35 con el que EEUU e Israel quieren amenazar a Irán, a Rusia, a China y a otros países va de un error a otro.

Según fuentes militares israelíes citadas por Al Masdar News, después de “un fallo del software de un caza israelí F-35 el aparato “apareció en todas las pantallas de radar de los sistemas de defensa aérea de los países de la región, incluidos Egipto, Jordania, Siria, Rusia e Irán”.

El sigilo del F-35 de la Fuerza Aérea israelí desapareció al mediodía del lunes cuando un canal de datos no encriptado no funcionó correctamente durante los ejercicios militares. El F-35 en cuestión voló sobre el sitio nuclear en Dimona en el desierto del Neguev. Fue la apertura del canal de datos en cuestión lo que permitió que incluso el software de seguimiento no especializado del FlightRadar24 localizara el avión. Según los datos, el F-35 israelí voló sobre el sitio de investigación nuclear a una altitud de 31.000 pies y a una velocidad de más de 900 km por hora. Un hecho inusual ocurrió alrededor del mediodía y duró aproximadamente 20 minutos, informó el periódico israelí Yediot Aharonot.

Cabe señalar que durante la reciente visita del primer ministro sionista, Benyamin Netanyahu, a un escuadrón F-35, este había afirmado que ningún punto de Oriente Medio era inaccesible para estos aparatos.

El periódico israelí dijo que la razón del fracaso del software del avión militar israelí es desconocida, lo que debería preocupar doblemente a los israelíes y a los estadounidenses que confiaron en estos aparatos llamados de quinta generación para contrarrestar los misiles iraníes ultra eficientes. De hecho, este software a bordo, dice Ynet, “podría haberse visto afectado por una influencia externa, lo que significa que el F-35 habría estado expuesto a un ciberataque”.

“En un momento en que EEUU ha emprendido una escalada particularmente peligroso con Irán, tal incidente es demasiado grave porque muestra que es posible localizar y destruir un F-35 e incluso los sistemas de defensa aérea de mediados del siglo pasado podrán derribarlo”, señala un especialista, citado por el sitio militar ruso Avia.pro. “De hecho, la reputación de sigilo de los F-35 nunca ha sido probada y este incidente lo demuestra una vez más en un momento en el que, por otro lado, Irán ha demostrado capacidades militares y ciber-militares sobresalientes”, dijo el periódico. El personal militar estadounidense en Ain al Asad confirmó que poco antes del ataque balístico iraní, el sitio de control de drones de la base perdió contacto con los siete drones que vigilaban los cielos sobre la base y que quedaron paralizados por completo debido a ciberataques iraníes.

Por su parte, el periódico israelí Yediot Aharonot se refiere al revés experimentado por los F-35 estadounidenses el 8 de enero aludiendo a las declaraciones del ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. “Poco después de la salva de misiles iraníes contra Ain al Asad, seis aviones F-35 de tipo estadounidense volaron alrededor de Irán”, señaló el ministro ruso, en otras declaraciones que cuestionan nuevamente las capacidades de sigilo del avión.

El periódico militar chino Sohu comenta a este respecto: “El alcance máximo de detección del radar de defensa aérea S-400 (96L6E), desplegado en la base de Hamaimim (Latakia en Siria) es de solo 600 kilómetros, lo que significa que el radar ruso S-400 solo puede detectar aviones en la mayor parte de la frontera entre Iraq y Siria, pero no en la frontera entre Iraq e Irán. La explicación más adecuada para comprender las declaraciones de Lavrov es que la Fuerza Aérea Rusa envió un radar 96L6E, ubicado en la base aérea de Hamaimim, a la base aérea de Qamishli en la región fronteriza del noreste de Siria, a solo 100 kilómetros de la frontera iraquí. Por lo tanto, el espacio aéreo del norte de Iraq estaría ahora cubierto por la Defensa rusa y los datos podrían transmitirse fácilmente a la defensa antiaérea iraní. De ahí la detección de los F-35 pertenecientes a la Fuerza Aérea de EEUU el 8 de enero por parte de Rusia. Esto significa dos cosas: que el F-35 no es para nada sigiloso y que Irán y Rusia han creado un sistema antiaéreo integrado que incluye a Siria e Iraq”.

Fte.: Alamar

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