El Ejército de Estados Unidos pretende emplear robots en futuros conflictos poniéndolos directamente en manos de los soldados durante situaciones tácticas específicas.
Durante una reciente Evaluación Operativa de Soldados en Fort Hood (Texas), se evaluó el rendimiento de los nuevos prototipos de Robotic Combat Vehicle (Vehículos de Combate Robóticos) destinados a ampliar el campo de batalla, mejorar considerablemente la capacidad de supervivencia e introducir una nueva gama de posibilidades tácticas para las fuerzas terrestres que se preparan para la guerra del futuro.
Los Robotic Combat Vehicles ligeros, medianos y pesados, se están convirtiendo en prototipos de plataformas de armas que se seguirán desarrollando para su uso operativo. Una parte fundamental del desarrollo de nuevas tecnologías por parte del Ejército consiste en probarlas en circunstancias de combate para ver cómo funcionan.
Eso es lo que el AFC [Army Futures Command] está impulsando, para poner la tecnología en el terreno y dejar que los soldados establezcan esos requisitos, no para plantear un objetivo final exquisito, y luego dentro de quince años alcanzarlo. Podemos repetir el proceso de requisitos tantas veces como podamos repetir el software», dijo Kevin Mills, director ejecutivo adjunto de Sistemas Inteligentes para Vehículos Terrestres del Centro de Sistemas para Vehículos Terrestres del Ejército, en una entrevista con The National Interest. «Al proporcionarnos comentarios sinceros, los soldados definitivamente no se contuvieron cuando las cosas no funcionaron, o lo que querían ver mejorado. Creo que el objetivo de todo esto es obtener esa información que me permita volver a mis ingenieros y decirles: «Vale, estas son las cosas que tenemos que arreglar».
El proceso de desarrollo, explicó Mills, está pensado para ser incremental y progresivo, e implica la colaboración continua entre ingenieros y soldados que analizan cómo pueden usarse mejor los nuevos sistemas durante el combate. Existe una sinergia compleja y crítica entre la aparición de nuevas tecnologías y la evolución de los conceptos de maniobra de armas combinadas, y ejercicios como el de Fort Hood están diseñados para explorar esa intersección.
«Es realmente una cuestión de huevo y gallina porque estás dando a los soldados una nueva capacidad. Y lo peor que podrías hacer, es decir: ‘Oye, lucha exactamente igual con esta nueva tecnología’. El AFC nos está presionando para que pongamos la tecnología en manos de los soldados y les dejemos innovar en las tácticas y operaciones», dijo Mills.