El Ministerio de Defensa británico ha iniciado conversaciones con Francia y Alemania, acerca de la posibilidad de participar como observador en su programa Main Ground Combat System de próxima generación, según informan miembros de los gobiernos y de la industria del Reino Unido y Alemania.
Los detalles exactos del programa a los que tendrían acceso los británicos siguen sin estar claros, ya que un posible pacto no se firmará hasta más adelante este año. «El estatus de observador se le concederá al Reino Unido para el programa Main Ground Combat System franco-alemán», dijo un funcionario del Ministerio de Defensa en Londres.
Un equipo de la industria que incluye a Krauss-Maffei Wegmann, Nexter y Rheinmetall está en las primeras etapas conceptuales de la elaboración de un diseño de vehículo que sustituya al Leopard 2 de Alemania y al Leclerc de Francia alrededor del 2035.
Un portavoz de KMW dijo a Defense News que la empresa está al tanto de las conversaciones en curso para que Gran Bretaña sea un observador, pero remitió preguntas adicionales al Ministerio de Defensa alemán. Para los británicos, se espera que el status le ayude a fundamentar los futuros requisitos de capacidad desarrollados por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa del gobierno y otros, como parte del programa del Future Ground Combat System del Ministerio de Defensa. Ese programa está considerando una serie de opciones para reemplazar las capacidades actuales en el campo de batalla de las unidades montadas a partir de 2040.
El carro de combate franco-alemán no es el único programa que está siendo analizado por el Ministerio de Defensa británico, que continúa monitoreando un otros a nivel global, según funcionarios británicos.
El Ministerio de Defensa alemán fue muy reservado en cuanto a la participación del Reino Unido, aunque una portavoz destacó la dimensión internacional del proyecto.
«El proyecto MGCS fue creado con un enfoque europeo en mente, abierto a la participación de otras naciones», dijo la portavoz a Defense News. El estatus de observador precedería a un papel más formal para la cooperación con los nuevos países candidatos, añadió.
«La incorporación de nuevos miembros al MCGS está en línea con las aspiraciones de Alemania de impulsar la consolidación en la industria de defensa europea», escribió la portavoz en un correo electrónico.
El interés británico en el MGCS, dependiendo de cuánto avance, tiene todas las características de un caso de prueba para llevar a cabo programas conjuntos a gran escala en una Europa post-Brexit. Los líderes militares y gubernamentales de ambos lados han prometido dejar la cooperación de la defensa indemne después del laborioso proceso de divorcio que terminó con la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea. Aun así, Londres es formalmente una parte externa en un régimen de cooperación de defensa diseñado a través de Bruselas.
El camino a seguir por Gran Bretaña en un contexto de guerra terrestre más amplio podría estar más claro, si el gobierno siguiera adelante con una estrategia industrial de equipamiento terrestre como parte de una revisión de la estrategia industrial de defensa y seguridad. Se está considerando una estrategia terrestre, que acompañe a las ya completas revisiones marítimas y aéreas, pero la decisión final está pendiente.
El hecho de que Gran Bretaña esté observando el proyecto de carros de combate europeos es un paso en la dirección correcta para aquellos que creen que estos gigantes del campo de batalla aún tienen un futuro en el Ejército británico. Pero no parecía así en agosto cuando los medios nacionales del Reino Unido informaron que el Ministerio de Defensa estaba considerando la posibilidad de dar de baja a los 227 tanques Challenger 2, para dar un giro a las necesidades futuras más urgentes en áreas como el ciberespacio, el espacio y los vehículos no tripulados.
El Secretario de Defensa Ben Wallace puso fin a las especulaciones en septiembre cuando negó que la fuerza de Challenger 2 estuviera en suspenso, si bien no dijo cuántos tanques actualizarían.
Las actualizaciones de la letalidad y la protección del Challenger, suponiendo que sean aprobadas, serán lideradas por la RBSL, la empresa conjunta Rheinmetall-BAE Systems con sede en Gran Bretaña. Incluye la instalación de una nueva torreta con un cañón de ánima lisa de 120 mm que sustituye al cañón estriado instalado actualmente en el vehículo.
La decisión sobre la aprobación del programa es inminente, con el estudio de viabilidad del programa de extensión de vida entregado al Ministerio de Defensa a finales del año pasado. La idea es prolongar la vida útil de los vehículos hasta el 2035 o incluso el 2040.
Fte. Defense News
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