Muchos fueron los ponentes de la Jornada Tecnológica sobre Detección y Neutralización de Drones que APTIE organizó el pasado 15 de marzo que hicieron referencia a la regulación estatal en esta materia. Todos coincidieron que el 99% de los incidentes de seguridad antiDrone se debe a imprudencias o situaciones inocuas, que quedan abordadas por la legislación viente y una buena difusión de su contenido. El resto, lo realmente preocupante, es para lo que hay que tratar de estar preparados con los sistemas antiDrone adecuados en cada caso.
El primero, Mateo Burgos, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid. A su juicio, “la regulación tendrá que ser cada vez más permisiva”, puesto que los drones “tienen que volar y tienen muchas aplicaciones beneficiosas para la sociedad”, señaló.
Por su parte, el Tcol. José Manuel Mateo, jefe del Área de Planificación y Control de la SDG PLATIN (Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación) del Ministerio de Defensa, cuya función principal consiste en proponer y dirigir los planes y programas de I+D de sistemas de armas y equipos de interés para la defensa nacional, explicó el proyecto ‘Condor’ para la evaluación de sistemas antidrone. “Este año –explicó el teniente coronel- vamos a estudiar tecnologías de tipo portátil”, y el plazo para aquellas empresas que deseen participar se cierra el 22 de marzo.
Este proyecto evaluará las capacidades de la industria de defensa española para el desarrollo de los sistemas antidrone, con capacidad para neutralizar amenazas. “Queremos que nuestras empresas adquieran cierto peso”, aseguró.
Igualmente aseguró que el Real Decreto que regula el uso de drones “va a permitir que se puedan utilizar en situaciones seguras y evitar su uso imprudente”. Precisamente el empleo “imprudente” de los aviones aéreos no tripulados es la “amenaza más probable” a la seguridad, puesto que, tal y como explicó, ese uso “inconsciente o imprudente” es al que “nos enfrentamos en el 99 por ciento de las ocasiones”.
José Ramón Ferreira, jefe de la Oficina de Innovación Tecnológica del CNPIC (Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad), señaló que “un desarrollo normativo es el mejor sistema antidrone que puede haber” y se refirió en concreto al Real Decreto 1036/2017 que regula el uso civil de aeronaves pilotadas por control remoto (RPAs). Es en el artículo 32 de ese Real Decreto donde se refleja que “el sobrevuelo por RPAS de instalaciones afectas a la defensa nacional o a la seguridad del Estado, así como las actividades dentro de su zona de seguridad, y de centrales nucleares, sólo puede realizarse con el permiso previo y expreso del responsable de la infraestructura”.
A este respecto, el inspector jefe de la Policía Nacional, José Cebrián, habló sobre el grupo de trabajo de desarrollo legislativo en el que participan tanto la Policía como Guardia Civil, Casa Real y Presidencia de Gobierno. Se trata de un grupo en el que se estudia el desarrollo legislativo que se debe aplicar al uso de drones, “puesto que la gran mayoría de los problemas que estamos teniendo son por imprudencias”, dijo, coincidiendo en el planteamiento con el teniente coronel Mateo. “Es importante también hacer conocer la legislación a los ciudadanos”, añadió.
El teniente coronel José Miguel García Malo de Molina, del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, afirmó que “todavía falta mucho por desarrollar” en materia antidrone. Se refirió también a la amenaza que suponen los RPAs para la seguridad nacional. “Aunque la normativa en España es bastante restrictiva para el empleo de RPAS –señaló-, ante un hecho terrorista, la legislación tendría poco efecto”.
A modo de conclusión, el teniente coronel puso de manifiesto que, “aunque tenemos una legislación en continuo avance, por desgracia vamos por detrás de los avances tecnológicos”.
También Álvaro Manresa, gerente de Desarrollo de Isdefe, incidió en la importancia de avanzar en el desarrollo del Real Decreto que regula el uso civil de los drones. “Se compran como un juguete –dijo a modo de ejemplo-, pero cuidado con el uso que hacemos de ellos, porque pueden convertirse en una amenaza disfrazada de juguete”. Manresa apostó por una “estrategia nacional e interministerial” en esta materia.