El primer avión de quinta generación de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación de Rusia estará en servicio a finales del presente año poniendo a disposición del ejército del país eslavo unas capacidades avanzadas que le permitirán rivalizar con sus rivales norteamericanos y chinos.
Mientras el Su-57, última criatura de la Corporación de Aeronaves Unidas está aún por entrar en servicio en el ejército ruso, los diseñadores de Sujói trabajan a toda velocidad para dotar a este caza de superioridad aérea las características que serán parte esencial de los futuros aviones de sexta generación.
Uno de los principales elementos en preparación para esta aeronave es el avanzado sistema de guerra electrónica «Himalaya». Si bien partes de este sistema ya forman parte de las variantes que entrarán próximamente en servicio, el sistema al completo aún está en fase de desarrollo.
Una de las principales características del Himalaya es que estará integrado a lo largo todo el fuselaje y diferentes partes del caza. El objetivo de distribuir los elementos del sistema de guerra electrónica por todo el cuerpo del avión, en lugar de un punto en concreto, es mejorar la capacidad de interferencia sobre el enemigo además de garantizar un escudo extra de protección.
El sistema se integra también en las alas del avión lo que le permite agrandar el rango de acción con el fin de exceder el alcance de los misiles AMRAAM con capacidad de «disparar y olvidar» usados en Occidente como los AIM-120D.
Esta característica permitirá a los Su-57 eliminar amenazas entrantes desde la culminación del Himalaya mediante guerra electrónica únicamente sin tener que usar otro tipo de contramedidas o elementos cinéticos.
Con esta nueva característica el caza ruso podrá contrarrestar sus carencias en términos de sección transversal y menor capacidad de sigilo respecto a su rival estadounidense F-35 o el J-20 chino.
Prof. Iván Martín y Ladera
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