La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) ha concedido un contrato a la compañía española Indra para que implante sistemas de aterrizaje instrumental (ILS) en ocho aeropuertos argentinos, lo que permitirá a los controladores aéreos ofrecer a las aeronaves un mayor grado de seguridad operacional en situaciones de baja visibilidad.
Juan Pons
Debido a los condiciones meteorológicas adversas que suelen reinar en Ushuaia ‒la ciudad más al sur del planeta y considerada como la puerta de entrada a la Antártida‒ su aeropuerto es uno en los que se van a instalar los nuevos ILS.
De este modo, las aeronaves podrán determinar con total precisión la senda de planeo hasta la cabecera de la pista y los controladores aéreos de Ushuaia estarán en condiciones de prestar mejores servicios, especialmente en invierno, cuando las fuertes nevadas dificultan las operaciones aéreas que en numerosas ocasiones incluso obligan al cierre de las instalaciones.
El resto de aeropuertos que serán dotados con ILS son el de Tucumán, en el norte del país; Bariloche, en la Patagonia; Mar del Plata, en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires; en los de Corriente, Posadas y Resistencia, en la denominada región de Mesopotamia argentina, en el extremo nordeste del país; y en el de Córdoba, uno de los más importantes de Argentina.
Tras superar una licitación pública internacional, todos ellos incorporarán ILS CAT II, con la sola excepción del aeropuerto de Córdoba, en donde se habilitará un ILS de máximo nivel o CAT III, para que sea posible operar con visibilidad prácticamente nula. El contrato también incluye las labores de mantenimiento correctivo y preventivo de los sistemas durante dos años.
Los ocho aeropuertos que ahora son objeto de un nuevo contrato se suman a los 21 que la compañía que preside Fernando Abril-Martorell ya ha modernizado en Argentina, lo que eleva la cifra a un total de 29 sistemas ILS implantados en aeropuertos de todo el país andino.
Indra ha trabajado en los últimos años en la modernización de la red de centros de control aéreo de EANA, de tal modo que la totalidad del tránsito aéreo de Argentina en alguna de las fases del vuelo se controla con equipamientos españoles.
Entre ellos están los aeropuertos internacionales de Mendoza, Resistencia, Comodoro Rivadavia, Córdoba y Ezeiza. En esta última localidad, la compañía española ha puesto en marcha el llamado Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación (CIPE), que dispone de dos simuladores para la formación de los controladores que prestan servicio en el país.
Creada en julio de 2015, EANA es el prestador de servicios de navegación aérea de la República Argentina, el equivalente a la española ENAIRE. Entidad de titularidad estatal, su razón de ser es la gestión del tránsito aéreo (ATM) en un espacio de 16,3 millones de kilómetros cuadrados ‒casí ocho veces el que está bajo la responsabilidad de ENAIRE‒, para lo que cuenta con un total de 56 aeropuertos, de los que una veintena son internacionales.
EANA mantuvo la doble dependencia de los ministerios de Transporte y Defensa durante sus primeros años de funcionamiento. Pero el gobierno del presidente Mauricio Macri decidió en enero de 2018 convertir EANA en el único prestador de servicios de navegación aérea de Argentina, lo que consiguió tras asumir el control de los aeropuertos de El Palomar, Moreno, Reconquista, Río Cuarto, Villa Reynolds y Tandil, hasta entonces adscritos a la Fuerza Aérea Argentina.