Así lo han puesto de manifiesto dos altos mandos militares estadounidenses en sus comparecencias ante la Comisión de Defensa del Senado de EE. UU. esta semana.
Uno de ellos era el general de la Fuerza Aérea Anthony J. Cotton, jefe del Mando Estratégico; el otro, el general Stephen N. Whiting, jefe del Mando del Espacio.
Y los dos subrayaron ante los senadores que, «para mantener los objetivos y la ventaja estratégica» de Estados Unidos frente a los nuevos desafíos que presenta el actual panorama geoestratégico a nivel mundial, «la inversión en Defensa debe ser continuada«.
A modo de ejemplo, el general Cotton se refirió a la «amenaza nuclear que plantean tanto Rusia como China; los desarrollos de misiles en Corea del Norte; las ambiciones nucleares de Irán; y el ritmo acelerado al que China está desarrollando sus lanzadores fijos de misiles balísticos intercontinentales».
Rusia, China, Irán y Corea del Norte, en el punto de mira
Los dos generales coincidieron en que EE. UU se está enfrentando ahora a «desafíos que no se parecen en nada» a lo que las Fuerzas Armadas han combatido hasta el momento actual.
La OTAN también pide más inversión en Defensa
Y lo mismo está ocurriendo en el ámbito europeo. De ahí que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, haya pedido a los países aliados un mayor esfuerzo presupuestario para llegar al 2 % del PIB en sus inversiones en Defensa. Muchos ya lo han hecho; otros, como España, no.
Pero el panorama geopolítico, geoestratégico, geoeconómico, etc. etc. está demostrando que hay nuevos retos; que hay nuevas amenazas. Y, por cierto, las guerras convencionales, que ya se habían dado por amortizadas, siguen estando presentes en nuestras vidas. Y más cerca de lo que nos gustaría.
Por lo que hay armamento y material, que también se daba por amortizado, en el que hay que invertir: bien para modernizarlo, bien para recuperar capacidades perdidas… y, en definitiva, para dotar mejor a nuestras Fuerzas Armadas.
Si los países que suponen una amenaza siguen modernizando sus sistemas de armas e invirtiendo en otros nuevos, ni EE. UU., ni la OTAN, ni la UE pueden quedarse atrás
Por ello, es imprescindible, para todos los estados, incrementar sus gastos en Defensa. Sean medidas populares o no. Porque si los países que suponen una amenaza siguen modernizando sus sistemas de armas e invirtiendo en otros nuevos, ni EE. UU., ni la OTAN, ni la UE pueden quedarse atrás.
Porque, y así lo han destacado los generales estadounidenses esta semana (y ellos saben bastante de qué va todo esto), «nuestros ‘competidores’ están mejorando su posición frente a Estados Unidos y frente a sus aliados, en múltiples dominios, a una velocidad que supera con creces el ritmo que hemos visto hasta ahora».
P.D. Aquí está el enlace al vídeo de la comparecencia de los generales Cotton y Whiting, por si resulta de interés.
M.Ángeles Moya
Periodista especializada en Seguridad y Defensa
Dircom de APTIE y profesora asociada de la UC3M