La operación se ha saldado con una detención. El sospechoso, que está en prisión, había trabajado en empresas del ramo.
Agentes de la Guardia Civil han desmantelado esta semana un «peligroso» taller y depósito ilegal de explosivos que se encontraba ubicado en un bloque de viviendas de Burgos, según han informado desde la Benemérita.
En los registros efectuados, que se han saldado con un detenido, se encontraron más de 60 kilos de precursores de explosivos, con 200 tipos de productos químicos. También había mezclas explosivas preparadas para explosionar.
La operación, denominada ‘Marco Polo’, contó un un importante dispositivo de seguridad. De hecho, fue necesaria la intervención de los Tedax (los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos).
También participaron en el dispositivo efectivos del Grupo de Desactivación de Explosivos (Gedex), de la Policía Judicial, del Grupo Cinológico, y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de la Guardia Civil en Burgos.
El investigado había trabajado en empresas del ramo
El sospechoso, actualmente en prisión, recibía el material por paquetería y lo adquiría, principalmente, en el mercado negro. Las indagaciones llevadas a cabo por los investigadores destaparon que era un gran aficionado a los artefactos explosivos y pirotécnicos.
De hecho, había trabajado en el pasado en empresas del ramo, por lo que tenía un alto conocimiento de la materia.
El informe preliminar elaborado por los Tedax recoge la peligrosidad de este taller ilegal de producción artesanal de material explosivo, donde se manipulaban y almacenaban -sin ninguna medida de seguridad- precursores y productos químicos en un mismo espacio, lugar confinado y no ventilado. Todo ello bajo una grave y real amenaza de incendio o explosión fortuita en una zona urbana densamente habitada, según la información facilitada por la Guardia Civil.