En 2009, Wired informó de que la guerra de Estados Unidos en Afganistán consumía la media de 22 galones de gasóleo por soldado al día. Además del precio de mercado, el transporte del combustible al campo de batalla cuesta 45 dólares el galón. «El combustible», informó Wired, «tiene que ser llevado a las bases aisladas de Afganistán. Lo que expone a los convoyes estadounidenses a ataques con bombas improvisadas. Lo que invariablemente lleva a la muerte de las tropas».
Las futuras bases militares de Estados Unidos podrían dejar de depender de los convoyes que suministran combustible diésel para obtener energía eléctrica, sino de un sistema de drones emisores láseres que la transmitirían de forma inalámbrica aérea.
La nueva iniciativa de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), Persistent Optical Wireless Energy Relay (POWER), usaría láseres para transportar electricidad a través de los teatros militares, reduciendo el número de convoyes necesarios para mantener las bases avanzadas en funcionamiento. Aunque es probable que el sistema se enfrente a los mismos problemas que afectan a otros láseres, supondría una enorme ventaja para las fuerzas expedicionarias en todo el mundo.
El programa POWER diseñará e implementará lo que la Agencia llama «airborne optical energy relais». Los drones merodearían en altura, equipados con relés capaces de transmitir rayos láser de alta potencia.
El sistema funcionaría así: una central eléctrica militar, posiblemente incluso nuclear, generaría electricidad y la convertiría en un rayo láser coherente. El rayo se dirigiría a un dron de retransmisión, que a su vez lo enviaría a otro. Finalmente, el último dron lo encaminaría hacia una base militar o un puesto avanzado, donde el láser se volvería a convertir en electricidad.
«Esto es el Internet de la energía», dice el coronel Paul Calhoun, director del programa POWER de DARPA, en el anuncio.
Fte. Popular Mechanics