“La seguridad de las tecnologías actuales está comprometida”. Así de tajante comenzó su intervención el profesor Marcos Curty, quien explicó que esas deficiencias en materia de seguridad se debían al hecho de que “la criptografía, pilar fundamental de la ciberseguridad, no garantiza que nuestras comunicaciones sean seguras”.
Mª Angeles Moya.
La Jornada sobre ‘Tecnologías Cuánticas’ que organizó el pasado 12 de septiembre APTIE en Madrid comenzó con un panel académico en el que intervinieron los profesores Marcos Curty, de la Universidad de Vigo, Vicente Martín, de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Benito Alén, del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y Verónica Fernández, también del CSIC.
Según Curty, ese problema podría resolverse con un computador cuántico. “Incluso uno clásico podría hacerlo, pero con uno cuántico estaría garantizado”, sentenció. “Tenemos que preocuparnos ya de la información que utilizamos hoy”, planteó Curty, quien no supo precisar “cuándo estará disponible” esa nueva tecnología.
De hecho, recordó que desde la primera propuesta que se realizó sobre este tipo de tecnologías, en el año 1994, “¡han pasado ya 25 años!” y todavía no está disponible. A modo de ejemplo citó la red de tecnología cuántica que existe actualmente entre Shangay y Pekin. “Es el momento de preocuparse ya y no dejarlo para más tarde”, advirtió.
Los profesores Martín, Alén y Fernández hablaron sobre el panorama actual de las tecnologías cuánticas y sus aplicaciones reales.
Martín, catedrático de la UPM y director del Centro para Simulación Computacional, señaló que, aunque la criptografía cuántica “no funciona bien en redes de telecomunicaciones”, en el organismo que él dirige lograron “hacer la primera red cuántica el año pasado y la instalamos en centros de redes de Telefónica”.
El profesor Alén, del Instituto de Micro y Nanotecnología del CSIC, puso sobre la mesa la paradoja de que uno de los grandes científicos del siglo XX, Albert Einstein -coetáneo de Max Planck (el físico alemán, y Premio Nobel, considerado el padre de la física cuántica)- “no creía en la teoría cuántica… y se ha demostrado que es verdadera”. Esta teoría, basada en el estudio de las partículas elementales (núcleo del átomo y átomo en general) “nos puede hacer pensar, y eso nos gustaría, que se puede llegar a más miniaturización”, afirmó.
Verónica Fernández: “La primera potencia que desarrolle un ordenador cuántico podría conseguir información sensible de otros países”
Finalmente, la profesora Fernández, del Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información del CSIC, explicó cómo ella misma había constatado que Estados Unidos va a invertir cifras millonarias en tecnologías cuánticas. “En Europa también se está invirtiendo”, añadió. De hecho, “recientemente se ha firmado un acuerdo entre más de 10 países (que España también ha suscrito) para la aplicación de estas tecnologías en enlaces aéreos y de fibra óptica”, precisó. Aun así, Fernández urgió a poner en marcha este tipo de tecnologías “porque la primera potencia que desarrolle un ordenador cuántico podría conseguir información sensible de otros países”, concluyó.