El cifrado de extremo a extremo, que ha comenzado a implantar Meta, impide a las fuerzas policiales obtener y utilizar pruebas en investigaciones para prevenir y enjuiciar los delitos más graves.
Los jefes de Policía europeos, en una reunión informal celebrada en Londres el pasado 18 de abril, firmaron una Declaración Conjunta en la que piden a la industria y a los gobiernos que tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad pública en las plataformas de redes sociales.
La declaración, publicada esta semana y respaldada por Europol, se produce cuando el cifrado de extremo a extremo ha comenzado a implementarse en la plataforma de mensajería de Meta.
Y es precisamente ese cifrado de extremo a extremo el que, según los altos mandatarios policiales, puede impedir que las empresas tecnológicas tengan capacidad para detectar e identificar delitos que ocurran en sus plataformas.
De hecho, durante la reunión, organizada por la Agencia Nacional contra el Crimen de Reino Unido, también se puso sobre la mesa las dificultades que tienen las fuerzas policiales para «obtener y utilizar estas pruebas en investigaciones para prevenir y enjuiciar los delitos más graves, como el abuso sexual infantil, la trata de personas, el contrabando de drogas, los homicidios, los delitos económicos y los delitos de terrorismo».
Con el cifrado de extremo a extremo la Policía pierde capacidad para reunir pruebas
Según declaraciones de la directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, «las empresas tecnológicas tienen la responsabilidad social de desarrollar un entorno más seguro en el que las fuerzas del orden y la justicia puedan hacer su trabajo«.
De Bolle también subrayó que, en un contexto en el que «nuestros hogares se están volviendo más peligrosos que nuestras calles a medida que los criminales operan en línea, si la policía pierde la capacidad de reunir pruebas, nuestra sociedad no podrá proteger a las personas de convertirse en víctimas de delitos».
