La plataforma científica CHEOPS, primer satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) construido en España, ha superado con éxito la Revisión de Aceptación y Calificación de Satélites o S-QAR, (Satellite Qualification and Acceptance Review) y ha sido habilitado “para volar al espacio”.
Juan Pons.
Conseguir la calificación S-QAR es un hito clave para todos los proyectos espaciales. Conlleva la confirmación de que el satélite ha completado, aprobado y cumple con todos los requisitos de la misión que debe llevar a cabo en órbita.
La revisión exhaustiva a la que fue sometido el llamado satélite para caracterizar exoplanetas o CHEOPS (CHaracterising ExOPlanet Satellite) comenzó a principios de noviembre de 2018 y fue realizada por un equipo de técnicos de la ESA, que examinaron los resultados documentales de las pruebas y ensayos a que ha sido sometido el satélite, las compararon con los requisitos de diseño y han confirmado que goza de buena salud para viajar al espacio.
Aunque la ESA difundió ayer, 11 de marzo, que CHEOPS está en condiciones de ser enviado al cosmos, el satélite recibió la luz verde de la Agencia europea el pasado 19 de febrero, hace casi un mes.
Primera de las misiones de clase S ‒por Small‒ del programa Cosmic Vision de la ESA, el programa de desarrollo y fabricación fue adjudicado a Airbus Defence and Space España por la Agencia europea “tras una dura competición internacional con otros cuatro fabricantes de satélites”, confirma Andrés Borges, jefe del programa CHEOPS en Airbus DS España, contratista principal de la nave espacial.
CHEOPS ya ha sido acondicionado para quedar almacenado en una sala limpia de la sede de Barajas de Airbus DS España, en las inmediaciones de Madrid. Para ello, su ultrasensible telescopio ha quedado protegido con una cubierta especial que evitará que pueda sufrir cualquier tipo de daño durante su transporte e integración en el cohete ruso Soyuz encargado de emplazarlo a una altura de 700 kilómetros de la Tierra.
En la sala limpia permanecerá a resguardo y en condiciones especiales de temperatura y humedad hasta la que ESA determine su envío a la base espacial de Kurú, en la Guayana francesa, lo que previsiblemente tendrá lugar “en agosto o septiembre ‒indica Borges‒ para que el despegue tenga lugar en la ventana comprendida entre el 15 de octubre y el 14 de noviembre del presente año”.
De forma hexagonal, CHEOPS ha sido diseñado y construido para efectuar mediciones muy precisas de exoplanetas ya identificados del tamaño comprendidos entre la Tierra y Neptuno y que orbitan alrededor de estrellas brillantes cercanas.
La misión asignada a CHEOPS es la de realizar fotometría de ultra alta precisión sobre estrellas situadas a muchos años luz, que se sabe que albergan exoplanetas, pero de los que se desconocen sus características.
Tras determinar el tamaño de esos planetas y combinar la información adquirida con datos ya conocidos de sus masas, CHEOPS permitirá calcular la densidad de cada planeta y determinar si, por ejemplo, se trata de planetas rocosos como la Tierra, gaseosos o incluso oceánicos.
Para realizar las mediciones, el satélite lleva a bordo un telescopio tipo Ritchey-Chrétien, un instrumento muy compacto que dispone de un potente y ultra sensible fotómetro de 33 centímetros de diámetro que ha sido hecho realidad bajo la dirección de la Universidad de Berna (Suiza).
La ESA tiene previsto lanzar en la próxima década las misiones PLATO y Ariel, que continuarán los trabajos de CHEOPS en busca de exoplanetas rocosos localizados en órbitas dentro de las zonas del cosmos denominadas habitables, donde la comunidad científica internacional considera que es viable la existencia de agua líquida sobre la superficie de alguno de los astros allí posicionados.