El Challenger 2 se actualiza para hacer frente a las nuevas amenazas rusas

El Reino Unido necesita mejorar su flota de carros Challenger 2, para poder competir con una nueva generación de tanques rusos altamente peligrosos, pero tal vez, después de 20 años de servicio, lo mejor sería empezar a trabajar en un vehículo nuevo.

El plan actual es utilizar a BAE Systems o a Rheinmetall, que han presentado una oferta para realizar el trabajo de mejora del Challenger 2 y prolongar su vida útil con un presupuesto anunciado de 900 millones de dólares, a pesar de la capacidad de combate del Challenger 2, ha quedado rezagado en una serie de áreas clave, con respecto a sus oponentes, tales como la velocidad y la óptica.

Sin embargo, en este momento en opinión de los militares británicos, sería mucho mejor comenzar un nuevo programa de vehículos para diseñar al sucesor del Challenger, en lugar de cargar éste, que ya tiene 20 años, con más peso y equipo, que sólo le dará otros diez años de vida operativa en todo caso.

Los analistas militares predicen que los carros de combate volverán a ser relevantes

En los últimos años esto ha sido cuestionado, ya que la naturaleza de las guerras en las que el Ejército del Reino Unido se ha visto involucrado, han sido en gran parte en contra de guerrillas, lo que ha llevado a enfocarse en al equipo de la infantería, más que a los vehículos de combate. Sin embargo, a pesar de la importancia que siguen teniendo las unidades de infantería móviles en esas zonas de combate, la atención se ha desplazado ahora hacia las amenazas que pueden provenir de agentes estatales organizados, que disponen de carros. Las tensiones cada vez mayores con algunos estados extranjeros han provocado un cambio en la importancia de volver a las antiguas prioridades de los combates, tal como la guerra mecanizada.

Típicamente, las principales potencias militares disponen de vehículos de combate en reserva, como carros de combate, listos para ser resucitados cuando se necesiten y sumarlos a la fuerza en un momento de grandes conflictos. En gran medida, las naciones europeas no han mantenido este principio, sobre todo durante la última década, cuando el ahorro de dinero ha sido la prioridad. El problema, sin embargo, es que lleva a problemas como los que el Ejército británico tiene actualmente con el Challenger, cuando no tiene nada en reserva para mejorar o sustituir a la fuerza principal, caso de ser necesario.

Ahora sería el momento perfecto para resolver ese problema, ya que el Challenger podría pasado a la reserva, mientras se prepara un nuevo vehículo, proporcionando así una fuerza de reserva extremadamente fuerte y duplicando potencialmente la cantidad de vehículos utilizables. En lugar de ello, la modernización del vehículo será costosa y, de todas formas, tendrá que ser reemplazado en una década. Algunos de los problemas del Challenger son fundamentales; es pesado para el equipo extra que tendrá que llevar y su motor cada vez tiene menos potencia para algunas situaciones de combate. Sustituir los motores de los 250 tanques sería difícil, costoso y, con toda probabilidad, haría que el vehículo fuera menos eficaz.

Mientras que Reino Unido se ha mostrado reacio a gastar fuertemente en un nuevo diseño de carro, Rusia, Turquía, Corea del Sur, Israel, Estados Unidos y Francia no lo han sido. En particular, Rusia está desarrollando un nuevo vehículo, cuyas capacidades son totalmente desconocidas, pero los primeros indicios sugieren que será muy superior a cualquier variante de los Challenger, Leopard o Abrams en servicio. El lote de prueba del Armata fue de 100 unidades, que ya es casi la mitad del número total del Challenger en servicio en Reino Unido, y lo más probable es que se producirán miles de unidades a lo largo de su vida útil y que se venderán a múltiples aliados rusos.

Por lo tanto, considerando que cualquier fuerza británica necesitaría tener capacidades similares, si no dispone de una ventaja numérica clara, lo que casi con toda seguridad no ocurrirá en un conflicto con la mayoría de las naciones, modernizar el vehículo actual no proporcionará lógicamente una fuerza creíble, mientras que un nuevo proyecto podría serlo. A pesar de esto, en 2017 parece que el proyecto Challenger 2 Life Extension Project va a seguir adelante.

Fte. Army Technology 

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