Si bien es cierto que el pacto de seguridad entre Australia, el Reino Unido y Estados Unidos (AUKUS) no interfiere directamente con el propósito y la esfera de influencia geográfica de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); ha provocado grandes desacuerdos entre los miembros europeos de la Alianza, y tiene el potencial de impulsar cambios no deseados a nivel europeo y mundial en cuanto a cuestiones de seguridad y posibles alianzas.
Para Europa las consecuencias pueden que no sean inmediatas. Sin embargo, no se puede ignorar que dos de los miembros más importantes de la OTAN desde el punto de vista militar, Estados Unidos y Reino Unido, han decidido unirse al AUKUS.
Para Europa las consecuencias pueden no ser inmediatas. Sin embargo, no se puede ignorar que dos de los miembros más importantes de la OTAN desde el punto de vista militar, Estados Unidos y el Reino Unido, han decidido unirse a este pacto. Francia es, hasta ahora, el país más afectado cuando Australia abandonó el acuerdo de 38.600 millones de euros para la construcción de 12 submarinos de propulsión diésel para adquirir en su lugar otros de propulsión nuclear de fabricación estadounidense. Estados Unidos está distanciando a Francia, olvidando que es uno de los aliados más antiguos de Estados Unidos y uno de los miembros de la OTAN con mayor capacidad militar del continente europeo. Francia es también un actor importante en la región del Indo-Pacífico, el área de influencia de AUKUS, ya que hay aproximadamente 1,6 millones de ciudadanos franceses viviendo en esa región.
AUKUS parte de un grave fallo diplomático: no incluir a Francia en el acuerdo. Aunque no es demasiado tarde para rectificar, ya que el equipamiento prometido a los australianos tardará casi una década o más en construirse, hay pocas perspectivas de que EE.UU. considere añadir a Francia, y también hay pocos incentivos para que los franceses se unan a 3 países que le han apuñalado por la espalda.
Este pacto también podría empeorar la ya fracturada relación entre EEUU y Europa, el Reino Unido y Europa. Las perspectivas de cooperación parecen ahora poco halagüeñas tras este acuerdo. Se trata de un arma de doble filo. Beneficia a China, ya que está sembrando la discordia entre las potencias; y también es un incentivo para Francia, y posiblemente para la Unión Europea (UE) en su conjunto. Aunque existen acuerdos sólidos entre el Reino Unido y Francia, como los Tratados de Lancaster House, la forma en que ambos países procedan en la ejecución de su política exterior individualmente y a nivel continental, determinará lo duro o suave que sea el golpe tanto para la UE como para la OTAN. La fractura puede abrir la puerta a la idea de mayor autonomía europea. Alemania está preocupada por sus elecciones generales, lo que permite a Francia aprovechar esta circunstancia para adoptar un papel más protagonista para avanzar en la independencia de la UE.
Desde el punto de vista militar, AUKUS no supone ninguna amenaza real para China o la región. Sin embargo, señala un juego muy estratégico entre todos los actores implicados. El pacto ha impactado positivamente en el Reino Unido que, tras el Brexit ha visto este acuerdo como una pequeña victoria sobre Europa. Reino Unido se ha liberado por fin del sometimiento practicado por la UE. El AUKUS también ha venido a reforzar la política de Gran Bretaña Global que ha llevado a cabo desde su salida de la UE y a reclamar su lugar en los asuntos internacionales. En segundo lugar, para el Reino Unido, el apoyo prestado por la administración Biden también significa que Estados Unidos ha decidido ponerse del lado del Reino Unido y no de Europa en lo que respecta al ascenso de China.
La desventaja más ignorada de este pacto es el peligro de la proliferación nuclear. Aunque es poco probable que Australia empiece a desarrollar la idea de las armas nucleares a corto plazo. Hasta ahora, la regla es que cualquier país con submarinos de propulsión nuclear es también poseedor de armas nucleares. Permitir que Australia, un Estado no nuclear, posea este tipo de submarinos es una grave laguna que dejaría la puerta abierta para que países como Irán compren equipos de propulsión nuclear a China o Rusia; o para que otros países con un historial de desarrollo de armas nucleares, como India, Pakistán o Corea del Norte, decidan construir este tipo de equipos.
Fte. Modern Diplomacy (Lisdey Espinoza Pedraza)
Lisdey Espinoza Pedraza es tutora de política y relaciones internacionales en la Universidad de Aberdeen, Escocia y licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. Tiene un máster en Relaciones Internacionales y Orden Mundial por la Universidad de Leicester, Inglaterra. Es doctora en Política y Relaciones Internacionales por la Universidad de Aberdeen, Escocia.