Los líderes africanos, reunidos en Etiopía, abogan por una «acción conjunta» para frenar los conflictos en el continente africano. Países como Sudán del Sur y la República Democrática del Congo están inmersos en conflictos peores que la guerra en Ucrania.
La 37ª Cumbre de la Unión Africana, celebrada los días 17 y 18 de febrero en Addis Abeba, la capital de Etiopía, volvió a poner sobre la mesa los principales conflictos que acechan al continente africano. Unos conflictos que, de una u otra manera, y aunque no reparemos habitualmente en ellos, afectan directamente a España y, por consiguiente, a Europa.
Las consecuencias de la inestabilidad en África llegan a muchos países occidentales en forma de inmigración irregular, tráfico de personas, tráfico de drogas o terrorismo. Y no hay que olvidar que España es una de las principales puertas de entrada al continente europeo.
De los conflictos y, por consiguiente, de la inestabilidad que viven (y no es de ahora) estos países se habló en la Cumbre de la Unión Africana, en la que participaron más de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno del continente africano.
Escalada de conflictos en todo el continente
En esta edición, el foco se centró en la escalada de la conflictividad en todo el continente, las reformas institucionales y financieras de la Unión, la agricultura y el cambio climático, los avances en materia de salud, así como el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, entre otras cuestiones clave.
Además, se subrayó la necesidad urgente de mejorar la educación (tema central del año 2024) y también las habilidades para satisfacer la visión continental y las necesidades del mercado laboral, según han informado desde el Departamento de Seguridad Nacional español.
Golpes militares y crisis humanitarias, entre las principales amenazas
En el ámbito de la seguridad, se puso de manifiesto que las principales amenazas «que pueden revertir la agenda de desarrollo del continente» son: el recrudecimiento de los golpes militares, la violencia pre y poselectoral, las crisis humanitarias vinculadas a la guerra y los efectos del cambio climático.
En la actualidad, y según se destacó durante la Cumbre, el terrorismo de carácter yihadista asola países como Mali, Burkina Faso o Níger, una amenaza que también está «muy presente» en Nigeria, Somalia, República Democrática del Congo o Mozambique.
Además, se puso sobre la mesa que, después de diez meses de conflicto, Sudán está al borde del colapso y crecen los temores de una guerra civil con impacto muy negativo en toda la región del Cuerno de África.
Los conflictos en Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, peores que la guerra en Ucrania
Aunque en la información que ha trascendido no se han especificado las situaciones de países concretos, según el ‘Global Peace Index‘ que elabora anualmente el Institute for Economics and Peace, con sede en Sídney (Australia), en 2023, de los 163 países analizados en el informe, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo atraviesan situaciones de conflicto peores incluso que la guerra que se está viviendo entre Rusia y Ucrania.
Es más, los 20 últimos países que ocupan este ‘Índice de Paz Global’ de 2023 son, por este orden: Nigeria, Myanmar, Pakistán, Turquía, Irán, Corea del Norte, Burkina Faso, Etiopía, República Centroafricana, Mali, Irak, Sudán, Somalia, Ucrania, Rusia, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Siria, Yemen y Afganistán. Como se puede observar, 9 de ellos son países africanos.
«¿Cómo podemos observar países africanos destruidos?»
Frente a este panorama, en la sesión inaugural de la Cumbre el presidente de la Comisión de la Unión Africana, el político chadiano Moussa Faki Mahamat, alentaba a la «solidaridad interafricana» para solventar los graves problemas y los desafíos que atraviesa el continente. Y planteaba las siguientes cuestiones:
«¿Cómo vamos a dejar de ver cómo el terrorismo hace estragos en algunos de nuestros países sin hacer nada? ¿Cómo podemos aceptar observar países africanos destruidos, regiones enteras engullidas por terremotos y tsunamis sin hacer nada significativo? ¿Cómo podemos redescubrir nuestra humanidad africana, fundamento de nuestra identidad y de nuestro destino común?».
Por su parte, en su discurso de clausura de la Cumbre, el mandatario de Mauritania y actual presidente de la Asamblea de Jefes de Estado y Gobierno de la UA, Mohamed Ould Ghazouani, señaló que la paz y la seguridad son los principales retos que afronta el continente africano, y prometió «renovar esfuerzos» para resolver los numerosos conflictos que se expanden por toda África.
África aboga por un puesto permanente en la ONU
En este contexto de inestabilidad, enfatizó el papel crucial de la Unión Africana, porque «encontrar soluciones a nuestros problemas y a los múltiples desafíos que enfrentamos requieren una acción conjunta a través de nuestra organización«, al tiempo que recordó que las prioridades claves para los países y sus poblaciones eran la paz, estabilidad, los derechos humanos, la gobernanza y el desarrollo sostenible.
Además, subrayó la necesidad de incrementar la presencia africana en el escenario internacional para abogar por un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU: «Una África que se apodere de su propio destino en una fuerte dinámica en la escena internacional no es sólo una opción, sino una necesidad existente; no nos queda otra opción».
Más de 6 millones de congoleses necesitan asistencia humanitaria
A modo de ejemplo de la grave situación humanitaria que sufren muchos de los países africanos, destacamos a continuación la problemática que existe en la República Democrática del Congo (RDC).
Según la Resolución 2717 de 19 de diciembre de 2023 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la escalada de violencia en la RDC está provocando «una crisis profundamente preocupante en materia de seguridad, y derechos humanos y humanitaria«.
De hecho, «los persistentes actos de violencia perpetrados por grupos armados extranjeros y nacionales» y las redes terroristas que actúan en el país han provocado que haya «una cifra estimada de 26,4 millones de congoleses que necesitan asistencia humanitaria«.
Además, hasta el pasado mes de diciembre, la cifra estimada de desplazados internos ascendía a 6,9 millones de personas, mientras que se contabilizaron más de 1.058.000 refugiados en el país, y más de 1 millón de refugiados de la RDC en otros países africanos, «como consecuencia de las hostilidades en curso».