El presidente Donald Trump ha tuiteado tras pasar su periodo de convalecencia por el Coronavirus que las tropas norteamericanas desplegadas en Afganistán estarían en casa para finales de año. Desde el Pentágono se ha hecho el silencio más absoluto ante las demandas de los diferentes medios de comunicación para confirmar la noticia lanzada por el presidente desde su altavoz en la popular red social.
Tras la confirmación de Trump que aseguraba que: «¡Deberíamos tener el pequeño número restante de nuestros hombres y mujeres VALIENTES sirviendo en Afganistán para Navidad!», dejó abierta la posibilidad de que no todas las unidades abandonen el conflictivo país prolongando la que, oficialmente, es la contienda más larga en la que el país norteamericano se ha visto envuelto en su historia.ç
Los analistas han recalcado que en el mensaje del presidente no había una afirmación, sino más una suposición al usar un «debería» lo que contrasta con el acuerdo cerrado con los talibanes que marca abril de 2021 como fecha final de la presencia militar que ha costado 2 billones de dólares al contribuyente estadounidense.
El anuncio del comandante en jefe ha sido secundado por un silencio sepulcral por parte del máximo estamento militar, mientras que los talibanes interpretan el mensaje como la afirmación de la salida de todas las unidades del ejército a barras y estrellas.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid respondió al tuit de Donald Trump con el siguiente mensaje: «El Emirato Islámico da la bienvenida a estos comentarios y lo considera un paso positivo para la implementación del acuerdo firmado entre la AIE y los EE.UU.»
Precisamente el conflicto en Afganistán pretendía derrotar a Al-Qaeda y los talibanes en el país situado en Asia del Sur. Tras más dos décadas de lucha finalmente los talibanes han resistido la ofensiva obligando a la Casa Blanca a negociar con quien fueran sus enemigos, una salida de uno de los países más conflictivos del mundo.
En la actualidad Afganistán sigue siento un polvorín y una de las amenazas terroristas a nivel mundial, además de haberse convertido en el exportador número uno de opio tras veinte años de presencia estadounidense en la república islámica.
La salida de tropas no significa necesariamente una repatriación de los efectivos de los EE.UU, puesto que al igual que está haciendo en Europa donde el ejército deja Alemania para acercarse a la frontera rusa en Polonia, Rumanía y otras ubicaciones estratégicas, las tropas establecidas en Afganistán alimentarán la creciente presencia militar norteamericana en Oriente Medio, con el fin de reforzar las posiciones de las monarquías del golfo más próximas geográficamente a Irán. islámica.
Prof. Iván Martín y Ladera
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