El presupuesto de la NASA votado y aprobado el 15 de febrero por el Congreso de Estados Unidos para el año fiscal 2019 ‒que comenzó el 1 de octubre pasado‒ ha alcanzado la multimillonaria cifra de 21.500 millones de dólares, lo que supone un aumento del 3,5% sobre el presupuesto anterior y un incremento del 8% en relación a la propuesta efectuada por la Casa Blanca.
Juan Pons.
La mayor partida, nada menos que 6.900 millones de dólares, está dedicada a las misiones científicas, de las que 2.800 millones se invertirán en programas planetarios y 1.900 millones a programas relacionados con ciencias de la Tierra.
La segunda gran partida presupuestaria es para el programa de desarrollo del super lanzador SLS y de su nave tripulada Orion, con una dotación de 4.100 millones de dólares.
El calendario actual del sistema SLS/Orion plantea el primer vuelo de prueba no tripulado en 2020, seguido en 2023 de un vuelo tripulado alrededor de la Luna, que sería la primera misión espacial tripulada a nuestro satélite natural desde la misión Apolo 17 del año 1972.
Respecto a la Estación Espacial Internacional (ISS), la NASA pretende comenzar una etapa de transición para que empresas privadas puedan comercializar el acceso a estaciones espaciales en la órbita baja de la Tierra, lo que conllevaría la interrupción en 2025 del apoyo financiero federal directo a la ISS.
